Ideas para una cultura post COVID-19 en Málaga

La cultura, gravemente afectada por la prohibición de los actos multitudinarios por la crisis sanitaria de la COVID-19, ha sabido reconvertirse en plena pandemia gracias a las plataformas multimedia digitales: portales web, redes sociales, canales y emisiones en directo, etc. 

La cultura ha estado aún más presente durante el confinamiento porque es sinónimo de ocio y libertad. No sería exagerado decir, a la espera de los estudios de medición, que durante el periodo de alarma el consumo cultural haya alcanzado máximos históricos. 

Sin embargo, a la vez ha sido el más duro momento vivido por el sector cultural como sector económico por la parada de la exhibición presencial, la producción y la distribución de productos culturales. 

Los ayuntamientos de la provincia de Málaga y la Diputación han suspendido sus programaciones culturales, manteniendo aquellos eventos que han podido replantearse gracias a las nuevas tecnologías, como los cursos online gracias a las videoconferencias

Es un hecho que los presupuestos culturales han ido a acrecentar los remanentes presupuestarios o han sufrido modificaciones a la baja para financiar otros servicios municipales o actuaciones extraordinarias contra la pandemia. 

El papel cultural de lo público

Hoy más que nunca y con la obligación de alejarnos de debates repetitivos sobre el papel de lo público en la cultura, éste es fundamental para iniciar la recuperación del sector, esto es, de sus profesionales y pequeñas empresas, más dependientes de las programaciones municipales (festivales teatrales, semanas culturales, concursos literarios, ferias de libro, etc).

Ese papel ha de ser doble. Por un lado debe servir para articular los foros de consulta, debate y decisión de las medidas a tomar para dibujar un escenario de recuperación con nuevas estrategias, como puede ser la apuesta por la digitalización de la exhibición de las artes escénicas, plásticas o musicales. 

Durante la pandemia, la cultura online ha funcionado y hemos podido comprobar que los grandes centros públicos han respondido porque ya gozaban de programaciones digitales (archivos de eventos, exposiciones virtuales, etc.), pero las instituciones locales, muchas carentes de esos canales, han debido recurrir a las redes sociales (que no olvidemos son espacios públicos de propiedad privada).

Por otro lado, el papel de lo público en esta reconstrucción colectiva debe ser aportar certidumbre al sector cultural, mediante ayudas, la contratación de programaciones culturales, es decir, manteniendo los presupuestos en todo lo posible, y acelerar la apertura y la actividad de los centros públicos, sean casas de la cultura, teatros municipales, salas expositivas. Sobra decir que cumpliendo las medidas higiénico-sanitarias y las recomendaciones y obligaciones estatales. 

Cultura digital y cultura presencial

Ni que decir tiene que en el acceso a la cultura de los habitantes de los pueblos de nuestra provincia, las programaciones digitales pueden ser clave, sin que éstas sustituyan en ningún caso la actividad presencial. No podemos caer en la tentación de abandonar la cultura local presencial por una cultural global lanzada desde medios digitales. 

Ya en 2016, como diputado provincial del PSOE propuse a la Delegación de Cultura de la Diputación de Málaga la implantación de una estrategia de difusión online de la actividad del centro La Térmica, con el afán de que esa programación estuviera a disposición de la población de nuestros pueblos, la cual no puede desplazarse. Así se hizo mediante la creación de una videoteca con los eventos culturales celebrados.

Ayudar a la producción local debe ser prioritaria, sin que signifique perder la visión global.

Todos estos argumentos fueron expuestos en la Comisión de Servicios a la Ciudadanía de la Diputación de Málaga, celebrada en junio. Pusimos sobre la mesa ideas para empezar a trabajar en una cultura post COVID-19.

Propuestas del PSOE en la Diputación de Málaga

Entre los acuerdos de la moción presentada, instamos al equipo de gobierno de la Diputación de Málaga a la convocatoria de una Mesa Provincial de la Cultura conformada por representantes, colectivos y asociaciones del tejido empresarial de la cultura y de la creatividad, junto a las instituciones culturales de la provincia para analizar la actual situación provocada por la Crisis de la Covid-19 y diseñar estrategias culturales.

Creemos que la Delegación de Cultura de la Diputación de Málaga debe redirigir la programación cultural que la institución ofrece a los ayuntamientos y la  propia para mantener los presupuestos culturales con vistas a destinar el máximo de recursos al sector e innovar en procedimientos de contratación y pagos adaptados a la naturaleza de la creación y producción cultural, contemplando las fases de desarrollo de la idea y preproducción, y no solo en la de exhibición.

En el debate, el diputado del PP, Víctor González, argumentó problemas legales para aplicar esta innovación. Sin embargo, una política de becas para proyectos o el modelo de incubadora cultural, dando soporte material y técnico a los creadores podría ayudar en este duro momento.

En el mismo sentido, podría la Diputación de Málaga podría reorganizar el trabajo previo de la actividad cultural del futuro, contratando proyectos conceptualizados de desarrollo cultural y abonándolos en este ejercicio 2020 para que puedan desarrollarse en próximos ejercicios.

La celebración de conciertos, conferencias, actuaciones teatrales, recitales poéticos, lecturas dramatizadas, talleres formativos sin público y su grabación en alta definición garantizaría su correcta difusión y atractivo para el fomento de la cultura on line.

Plataforma pública de difusión

A medio plazo, la Diputación de Málaga tiene capacidad para crear una plataforma digital de contenidos audiovisuales de calidad que contenga una muestra de la creación malagueña en sus distintas disciplinas, con un pago a los autores por derechos de emisión o por visionados.

No podemos hacer la misma gestión cultural desde las administraciones, después de lo vivido, y lo que puede quedar por vivir, en este 2020.

Si vamos de la mano de quienes conocen y saben las necesidades del sector y flexibilizamos la rigidez administrativa, sin necesidad de retorcer el procedimiento, instituciones como la Diputación de Málaga puede abrir una nueva etapa en cuanto a la cultura.


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